En la actualidad podemos comprobar que la saturación en las consultas de las mañanas ha aumentado, además de incrementarse el tiempo para la atención a la demanda en Atención Primaria, lo que se traduce en una disminución de la calidad del servicio prestado. Cada vez, con mayor frecuencia, los pacientes acuden a la llamada “consulta de urgencias” dentro del horario de guardia/Atención Continuada de su centro de referencia, o acuden a las urgencias hospitalarias porque no son atendidos por la mañana, con los costes añadidos que estas opciones suponen, y que se traducen en una Atención Primaria ineficaz como filtro y puerta de acceso al sistema.

De la misma forma, los profesionales de los Equipos de Atención Primaria llaman la atención sobre los cambios que están afectando a su actividad asistencial en las consultas ordinarias, producto de este modelo de organización asistencial, que junto a la saturación y la mayor dificultad en el seguimiento clínico debido a los constantes cambios de profesionales, han transformado la atención ordinaria en una consulta a demanda ambulatoria, retrayendo la esencia de la asistencia en Atención Primaria a aquello que debía no solo evitar, sino mejorar a través de su reforma[i].

No es sólo una percepción de los profesionales sanitarios, ya que existe un incremento de la frecuencia de las opiniones vertidas de los ciudadanos a través de los medios de comunicación[ii], reflejando que “nunca está su médico porque siempre les atiende uno distinto”, y que relacionan con la falta de profesionales que afecta a la cobertura de las consultas de Atención Primaria en numerosos consultorios locales o a servicios hospitalarios.

En este sentido, las libranzas postguardia reducen los días de presencia de los profesionales de los Equipos de Atención Primaria en sus consultas. En el caso de Sacyl, se estima que las guardias del personal de los E.A.P. seguidas de libranza pueden suponer alrededor de 150.000 consultas anuales sin el profesional que tiene adscrito ese grupo de pacientes y que le correspondería atender a dicha población.

En el mejor de los casos, tanto en el medio urbano como en el medio rural, en Castilla y León puede existir otro profesional del mismo Equipo de Atención Primaria que realice la cobertura de ausencia, es decir, que cubra ese cupo de población además del que ya tiene establecido, lo que reduce significativamente su tiempo de trabajo habitual a la mitad, por lo que el profesional deberá priorizar el trabajo que puede desarrollar. En su defecto, podrá haber un médico o enfermera de área para prestar la asistencia en sustitución del médico/a o la enfermera/o del E.A.P., o incluso puede no ser cubierto de forma efectiva si se suspenden las consultas ordinarias.

Existen múltiples causas por las que un profesional puede ausentarse de su consulta. Algunas son inevitables como las bajas laborales, si bien otras son previsibles como los permisos de vacaciones o los días de libre disposición, cuya programación permitiría organizar las coberturas para reducir el número de consultas vacías. Sin embargo, la organización de la Atención Continuada según un modelo de guardias en Atención Continuada y libranzas añade una causa más a las que ya generan sustituciones, vacíos asistenciales o consultas cerradas, aunque en este caso se trata de una causa debida a una decisión organizativa, en exclusiva, del Servicio de Salud.

En este sentido, cualquier decisión organizativa inefectiva que haya sido desarrollada por la Administración Sanitaria puede y debe ser objeto de adaptación a las nuevas circunstancias jurídico-legales para su corrección, en especial aquellas que no atiendan a los principios de eficiencia, que no respeten los límites legales establecidos, que no garanticen el principio de igualdad, o aquellas en las que se evidencie su arbitrariedad. Como hemos visto, en la gestión de los recursos públicos deben perseguirse objetivos como la eficacia, la eficiencia y la calidad, a través de medidas políticas de racionalización del gasto para conseguir la mejora en la gestión del sector público. En base a ello, si es pertinente el incremento de la financiación de Atención Primaria hasta el 20-25% del total de la asignación de Sanidad en Castilla y León para mejorar su eficacia, es previamente imperativa la adecuada gestión de los recursos humanos y presupuestarios que ya estén asignados a la Consejería (con el fin de garantizar su eficiencia, según los resultados obtenidos en relación al descanso postguardia).

Por otro lado, resulta relevante la falta de cumplimiento de la normativa vigente en el sistema organizativo actual en lo relativo al cumplimiento efectivo de la jornada ordinaria del personal de E.A.P. cuando realiza jornada complementaria, en referencia al artículo 74 de la Ley 1/2012, y que motiva que los profesionales incrementen desmesuradamente el número de guardias que realizan. De las dificultades para este cumplimiento se evidencia la necesidad de una intervención y reestructuración, ya que hasta la actualidad no ha sido planificada ni realizada ninguna corrección en este sentido, habiéndose generado en la última década un notable incremento de su ineficiencia así como de la desestructuración organizativa del sistema, lo que puede conducir a hacerla insostenible a largo plazo de no reorganizarse en la actualidad.  

Para ello, podrían iniciarse acciones que conduzcan a la ampliación de la plantilla existente en Atención Primaria (evitando así el elevado número de realización de módulos de Atención Continuada del personal y el alto número de coberturas de libranzas postguardia), de forma que se garanticen los descansos y se realice un reparto efectivo de las cargas de trabajo, lo que a su vez permitiría garantizar no solo una mayor eficacia y calidad asistencial (mejorando la atención prestada en la actualidad), sino incrementar también su eficiencia. En este sentido, se ha puesto de manifiesto que las condiciones en las que hoy se gestiona el nivel asistencial de Atención Primaria han hecho disminuir la funcionalidad del servicio sanitario que podría prestar, pudiéndose obtener mejores resultados sin incrementar el gasto presupuestario a través de la racionalización y optimización de los recursos existentes, y ofreciendo mejoras de conciliación familiar y socio-laboral a todos los profesionales, a través del establecimiento de ratios de plantillas ajustados a la jornada ordinaria (salvo en las situaciones excepcionales), factores que darían garantía de calidad a la asistencia prestada.

La intervención es igualmente precisa para garantizar la mayor eficiencia en la asignación de guardias de Atención Continuada, realizando cada profesional las coberturas que sean más eficientes para el sistema, para lo que deben valorarse los diferentes conflictos de intereses existentes generados, con un respeto escrupuloso de la normativa en vigor, y contando con el apoyo de otras instituciones implicadas (aportando estabilidad y sostenibilidad para la mejora de la eficiencia), salvando así la problemática originada por los diversos intereses de la propia Administración Sanitaria, las organizaciones políticas, organizaciones sindicales o sociales, entre otros.

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[i] “Médicos protestan en Valladolid contra la precariedad del sistema”, en internet, en: https://www.efe.com/efe/castillayleon/sociedad/medicos-protestan-en-valladolid-contra-la-precariedad-del-sistema/50000473-4288576

[ii] “Las quejas de pacientes zamoranos a Sacyl se disparan hasta el 58% en un año.”, en internet, en:  https://www.laopiniondezamora.es/zamora/2019/08/17/quejas-pacientes-zamoranos-sacyl-disparan/1184540.html